El entorno laboral mexicano está cambiando drásticamente ¿cómo las empresas se pueden adaptar?
Noviembre, 2021
Sindicatos agresivos están tomando ventaja de las oportunidades que les da el nuevo requisito de legitimación por los trabajadores sindicalizados de los Contratos Colectivos existentes y el Mecanismo Rápido de Respuesta introducido por el tratado EU-México-Canadá (USMCA) de introducirse en las empresas y posicionarse como el nuevo sindicato, reemplazando al existente con el que la empresa estaba bien posicionada y tenía una buena relación de trabajo. Las empresas que caen en esta situación están quedando para efectos prácticos desamparadas y quedan como espectadores al margen.
Han aparecido nuevos sindicatos agresivos.
En el río turbulento en el que se encuentran los sindicatos dadas las reformas a la Ley Federal del Trabajo dentro del entorno laboral mexicano, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, dirigida por Pedro Haces, está en busca de adueñarse de más contratos colectivos. La CATEM se presenta como la nueva cara del sindicalismo. Su más reciente victoria fue la planta de NISSAN en Aguascalientes, en donde luchó por la titularidad del contrato colectivo desde 2019, pero fue hasta agosto del 2021 que tuvo lugar el recuento y los trabajadores sindicalizados decidieron vetar al contrato que tenía la empresa con la CTM. La CATEM tiene acuerdos importantes como el del Consejo Nacional INDEX, que agrupa a la industria manufacturera de exportación. Dicha organización ha descrito a CATEM como “una de las más importantes centrales de sindicatos”. Otro acuerdo similar lo tuvo CATEM con la cadena de hoteles City Express, que ofrece descuentos de hasta 30 % en sus tarifas a trabajadores afiliados a la CATEM.
Una vez anunciados los resultados de la votación en NISSAN, 51.5% a favor de la CATEM, Pedro Haces comentó que está buscando una transición democrática en el nivel sindical. Después de señalar que el proceso de legitimación es un parteaguas en la vida democrática laboral, afirmó que está cumpliendo con las normas que dicta la Reforma Laboral y prometió buscar un camino para reinstalar a los trabajadores que fueron separados de la empresa durante el proceso, mejores salarios y vivienda.
¿Los sindicatos mexicanos abusan del Mecanismo de Laboral de Respuesta Rápida del USMCA para entrar a la industria de autopartes?
Después de que el gobierno de los Estados Unidos utilizó el Mecanismo de Respuesta Rápida del USMCA para pedir a México que investigara si hubo violación de los derechos de los trabajadores en la planta de General Motors en Silao, voces prestigiadas y laboristas expertos han cuestionado la aplicación de dicho mecanismo en esta coyuntura. Esta fue la segunda queja laboral presentada por los sindicatos en ese país norteamericanos ante el presidente de ese país, la primera fue en contra de la empresa TRIDOMEX, subsidiaria de Cardone Industries, basada en Filadelfia, Pennsylvania. La queja vino de de la AFL-CIO, cuyos líderes son amigos cercanos del senador Napoleón Gómez Urrutia y quien indudablemente tiene la mirada puesta en la industria automotriz, después de años de intentos fallidos de insertar a su sindicato en este sector. En adición a las negociaciones de contratos colectivos que tiene en la industria minera, éste ha buscado entrar en las empresas productoras de cemento, sin mucho éxito hasta hoy. Ahora está buscando entrar a pelear por la titularidad de los contratos colectivos de la industria automotriz y de autopartes a través de la Unión Nacional de Sindicatos Minero-Metalúrgicos y Metal-Mecánicos de México (UNASIM), que él dirige. Muchos han señalado que lo que sucede actualmente en la planta de Silao, Guanajuato, es el trabajo de proselitismo de Gómez Urrutia, quien además está buscando la forma de alcanzar a otros estados en los que esta industria es muy fuerte, tales como Coahuila, Aguascalientes, Morelos y Querétaro.
Es importante hacer notar que sorprende que los sindicatos americanos, cuyos líderes tienen una excelente relación con Napoleón Gómez Urrutia, hayan presentado un interés y preocupación repentinos por el trabajador mexicano. Especialmente porque algunos líderes americanos han hablado siempre en contra de que las empresas de los Estados Unidos inviertan en México. Ellos siempre han reclamado que los mexicanos se hayan llevado puestos de trabajo de sus conciudadanos norteamericanos, e incluso les han llegado a acusar de traidores a la patria. Hoy es la General Motors la que está en escrutinio, pero mañana podría ser la Ford, Chrysler, Toyota, HONDA, KIA o Volkswagen. No hay duda de que los intereses de las centrales sindicales norteamericanas y sus amigos, tales como Gómez Urrutia o Pedro Haces, con todo el soporte del Gobierno Federal Mexicano, no titubearán en usar la Reforma Laboral y los Mecanismos de Respuesta Rápida para ganar influencia y dinero.
Recomendaciones para las plantas mexicanas:
Las empresas mexicanas que deseen evitar el dolor de pasar por este tipo de situaciones deberían actuar con base en las siguientes recomendaciones básicas:
– Asegurar que la estructura colectiva del sindicato con el cual hoy tienen afiliados a sus trabajadores esté debidamente actualizada con respecto al marco jurídico actual; por ejemplo, el registro debido ante las autoridades correspondientes, haber tenido un proceso democrático y transparente de elección de los líderes sindicales, gobierno interno del sindicato, etc.
– Asegurarse de que el sindicato actual haya atendido activamente las necesidades de los trabajadores y el líder tenga presencia y contacto frecuente con los trabajadores. Es bien sabido que muchos líderes sindicales solamente se presentaban en la planta una vez al año a cobrar su pago anual, simulando una vida sindical. Recomendamos que tanto el sindicato como la empresa construyan una imagen de trabajo en equipo y cuidado frente a los trabajadores. El objetivo es que los trabajadores sindicalizados se sientan satisfechos cuando se les acerquen otros sindicatos, y no quieran escuchar sus promesas.
– Asegurar una estrategia de comunicación robusta y bien pensada para entender las necesidades no satisfechas y las quejas de los trabajadores.
– Apoyar sin intervenir al sindicato actual en el proceso de legitimación del contrato colectivo actual. Esto requiere un análisis detallado de los trabajadores y su situación con el sindicato, una estrategia de comunicación precisa y una muy buena preparación del proceso de legitimación para mantener el control sobre la situación. La sobre-confianza es peligrosa.
– Llevar a cabo un análisis legal de los términos del contrato colectivo y las condiciones de los acuerdos colectivos actuales.
– Revisar las políticas existentes para atender las preocupaciones de los trabajadores acerca de asuntos colectivos.
Implementar auditorías preventivas para comprobar cumplimiento de las obligaciones producto de las modificaciones a las leyes mexicanas y las provisiones del USMCA.